
Una de las mejores excursiones en Japón y que recomendamos completamente es el Castillo de Matsumoto. Nosotros la realizamos en el camino entre Tokio y Takayama para visitar los Alpes Japoneses, pero también se puede visitar como escapada de un día desde Tokio, y es que el Castillo de los cuervos de Matsumoto es uno de los mejores castillos que ver en Japón, por no decir el mejor, y es que solo hay 3 castillos que conservan su estructura original en su interior, este Castillo de Matsumoto, el Castillo de Himeji y el Castillo de Kumamoto. Para nosotros era una visita imprescindible y teníamos claro que lo íbamos a añadir a nuestro itinerario de Japón en 3 semanas. En este post os contamos todo lo que tenéis que saber de este maravilloso lugar, con todo lo que hacer y lo que ver en Matsumoto para que vuestra experiencia sea perfecta.
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Castillo de Matsumoto
El origen del Castillo de Matsumoto se remonta a la construcción del Castillo de Fukashi que fue la primera estructura que se construyó en el período Eisho durante la guerra civil. Durante estos turbulentos momentos el Lord Ogasawara trasladó su residencia principal al distrito de Hayashi a los pies de la montaña, en una época en la que el centro de la llanura de Matsumoto se llamaba Shinano Fuchu. Más tarde, los vasallos del Lord comenzaron a construir sus residencias alrededor de la casa principal que por aquel entonces era el Castillo de Hayashi. El otro Castillo, el de Fukashi se dejó justo enfrente de la casa principal con la función de proteger la fachada frontal.

Después de todo aquello, Shingen Takeda ahuyentó al Lord Ogasawara, con la intención de crear un punto estratégico para la conquista de Shinano. Tiempo después, en el año 1582, el 10 de la Era Tensho, el castillo volvió a cambiar de dueño, pues el Lord Ogasawara reconquistó el lugar aprovechando la guardia baja de los protectores del Castillo durante el incidente de Honnoji. Fue entonces cuando el Lord le asignó al castillo el nombre que tiene hoy en día, el Castillo de Matsumoto o Matsumoto-jo.
Varios años más tarde, el conquistador Hideyoshi Toyotomi nombró a Kazumasa Ishikawa el nuevo Lord del Castillo de Matsumoto y fue él junto a su padre Yasunaga quienes mandaron construir las tres torres del castillo, la torre principal o Tenshu, la pequeña torre del noroeste llamada inui-kotenshu, el goten o residencia principal, el taikomon o puerta del tambor y el kuromon o puerta negra, y mejoró muchas de las estancias actuales. Y no solo mejoró el castillo, si no que dotó al pueblo de Matsumoto de una gran infraestructura.

Al Castillo de Matsumoto se le conoce comúnmente como el Castillo de los Cuervos o el Castillo del Cuervo, debido a su color oscuro que lo hace aún más misterioso y bonito. Ese contraste blanco y negro, el agua del foso que lo rodea y el puente rojo lo deja como el castillo más bonito que visitamos en Japón, según nuestra opinión.
Que ver en el Castillo de Matsumoto
Las puertas principales que dan al salón principal o honmaru son la Puerta negra o Kuro-mon y la puerta Masugata con su forma cuadrada, ambas esenciales para la protección del Castillo. Varias de las puertas principales del Castillo fueron reconstruidas.
La Puerta del Tambor o Taiko Mon tiene forma de cuadrado y fue construida en el año 4 de la Era Bunroku, nuestro año 1595. Se encuentra ubicada en la parte de arriba de la pared norte del Castillo de Matsumoto. La taiko-ro o Torre del tambor fue usada para dar la hora, como un reloj y para avisar al pueblo y llamarlos a que fueran al castillo durante alguna emergencia. Fue reconstruida en el año 11 de la Era Heisei.

La Residencia o Honmaru Goten fue construida después de acabar la torre principal o Tenshu, y era la residencia principal del Lord del Castillo. Allí tenía lugar la vida política y administrativa. Esta residencia se quemó en el año 12 de la Era Kyoho y nunca se volvió a reconstruir, por lo que solo podemos contemplar sus ruinas. Después de que el ala principal resultara quemada, la sede administrativa se trasladó al ala secundaria conocida como Ninomaru Goten, y fue el centro político hasta finales de la Era Edo. Años después fue excavada y ahora es un parque histórico donde pueden contemplarse sus ruinas.
Dentro del propio Castillo de Matsumoto, en su torre principal o Tenshu, que es la que visitamos descalzos con los zapatos en la bolsa, podemos encontrar un montón de lugares interesantes en la visita. A medida que se suben los pisos las escaleras son mas inclinadas, hasta el punto de tener prácticamente que escalar en las últimas, más altas incluso que las del Castillo de Himeji, así que preparad las piernas.

La torre principal del Castillo de Matsumoto, conocida como Tenshu, mide casi 30 metros de altura y conserva su estructura original. En la primera planta encontramos los pilares que sustentan la torre principal o Tenshu del Castillo de Matsumoto, con maderas de ciprés y de pinos. Se cree que este primer piso se utilizaba para almacenar comida, armas y munición. En el segundo piso se encuentra la armería donde podemos admirar una colección de arcabuces y otras armas de la época y asomarnos por las ventanas con forma de parilla vertical especialmente concebidas para la guerra y la defensa del castillo, orientadas a las zonas este, oeste y sur del Castillo de Matsumoto.

En el tercer piso encontramos una estancia sin ventanas y es el piso más seguro de el Castillo, pues no se aprecia su existencia desde fuera, y era donde se resguardaban los soldados en tiempos de guerra y lo podían usar como trampa en caso de que entraran, pues no se determina de ninguna manera su existencia desde fuera. En el cuarto piso encontramos la Goza-no-ma o residencia privada del Lord del Castillo. Una estancia que usaba el Lord durante momentos de emergencia para resguardarse, con un techo donde llega la luz de los 4 puntos cardinales y con gordos pilares de madera de ciprés y exquisita arquitectura.
La cosa empieza a complicarse al subir las escaleras del quinto piso, y ya no podemos quitarnos de la cabeza las agujetas que vamos a tener al día siguiente y si vamos a ser capaces de poder bajarlas sin resbalarnos. Se cree que este piso se utilizaba para reuniones de carácter militar y para decidir estrategias. El sexto piso se usaba como punto de vigilancia en tiempos de guerra. Con un techo curvado, al igual que en el Castillo de Himeji la zona central es un altar consagrado al Dios Nijuroku-ya-shin, el Dios de las 26 noches, que es el Dios protector del Castillo de Matsumoto.

Entre las defensas del propio castillo en casos de guerra o emergencias podemos ver a día de hoy espacios o huecos para armas de fuego, que eran principalmente las armas más usadas en caso de asalto. Hay 25 yazama o aperturas para arqueros en la pared y ishiotoshi, y agujeros del primer piso donde los soldados arrojaban piedras a sus enemigos. Estos eran usados para impedir que los contrarios pudieran escalar la fachada. En el Castillo de Matsumoto, además de su zona principal, se construyeron dos alas más y el Observatorio de la Luna o torre Tksukimi-yagura en época de paz se construyeron otras estancias unidas a la estructura inicial. Este observatorio lunar tiene puertas correderas que se abren a tres puntos cardinales, norte, este y sur, y paredes lacadas de un color bermellón, que junto con el techo abovedado le dan la sensación de estar al aire libre.

Ya en los exteriores del Castillo que podréis rodear, podemos observar su foso lleno de agua y el puente Uzumi-Bashi, un precioso puente rojo que, aunque no es posible cruzar pues está cerrado al público, se refleja a la perfección en el agua junto con el Castillo de Matsumoto, así podréis conseguir preciosas fotos y le da un toque de color perfecto. Además, alrededor del Castillo se encuentra el parque lleno de bancos y lugares para descansar mientras se admira este maravilloso edificio, por lo que lo tienen perfectamente limpio y bien montado estos japoneses.
Como llegar al Castillo de Matsumoto
Matsumoto está bien comunicado por la extensa red de trenes de Japón, para nosotros fue una parada intermedia después de visitar Nagano. Se tardan unos 50 minutos desde Nagano, la ciudad del templo Zenko Ji y cerca del onsen Jigokudani Yaen Koen donde se bañan los monos, un lugar menos turístico y que nos gustó mucho. Si vamos de Tokio a Matsumoto tardaremos poco más de 2 horas y media en tren directo desde Shinjuku, y también podemos ir haciendo transbordo en Nagano si salimos desde Tokyo station. Tras visitar Matsumoto, se puede visitar también el valle del Kiso para hacer la ruta Nakasendo entre Magome y Tsumago, que está muy cerca, pues se tarda unas 2 horas en llegar a la zona donde comenzar a realizar la ruta.

Y la gran ciudad de Nagoya, que también tiene un Castillo y algunas cosas interesantes que ver, además de ser un punto perfecto de comunicaciones donde ir hacia cualquier zona de Japón, se encuentra a 2 horas y diez minutos en tren. En caso de querer ir hacia Takayama en tren para ir a visitar la otra parte de los Alpes japoneses, no hay tren directo, por lo que tendremos que ir a Nagoya y de Nagoya a Takayama o también podremos ir vía Tajimi, dependiendo de la hora que vayamos o si vamos a hacer parada en alguna ciudad, decidiremos cuál es el recorrido más rápido, pues en algunos horarios los transbordos son muy largos. Pero también hay autobús para ir de Matsumoto a Takayama que tarda mucho menos atravesando la zona montañosa en solo 2 horas y media, pero si tenemos el JR Pass con el tren no tenemos que pagar, mientras que con el bus tendríamos que pagar 3190 yenes. Hay 6 buses al día de Nohi bus y Alpico Kotsu para ir de Takayama a Matsumoto y viceversa.

En la estación de tren de Matsumoto, como en todas las estaciones de Japón, hay consignas donde guardar el equipaje y no tener que cargar con vuestra maleta o mochila por la ciudad. Y de la estación de Matsumoto al Castillo de Matsumoto se tardan alrededor de 15 minutos por una gran avenida completamente plana visitando algún pequeño templo de camino.
Si no queremos coger tren o bus por libre, siempre podemos contratar una Excursión al Castillo de Matsumoto en grupo, recogiéndonos en el hotel de Tokyo, realizando el traslado, visitando Matsumoto con guía en Español y regresando a Tokio por la tarde.
Precio de entrada y horario del Castillo de Matsumoto
El horario del Castillo de Matsumoto es de 8:30 a 17:30, siendo el último pase a las 5 de la tarde, por lo que media hora antes del cierre ya no os dejarán entrar. Eso sí, comprobad el horario antes de llegar si vais a ir a última hora, porque están variando cada año, a veces varían entre estaciones y también si es la golden week. Eso sí, el cierre está siempre entre las 5 y las 6.

El precio del ticket de entrada al Castillo de Matsumoto es de 610 yenes, con el que poder entrar a realizar su visita interior y ascender hasta el último piso por sus empinadas escaleras.
Que ver y cuanto tiempo estar en Matsumoto
La ciudad tiene museos para visitar y algunos templos pero la mayoría de las visitas se centran en su increíble castillo y el parque de alrededor. Como hemos dicho antes, es ideal como excursión desde Tokio o como parada intermedia. Una excursión de medio día en Matsumoto es suficiente para conocer la ciudad.

El Castillo de Matsumoto y sus alrededores se pueden ver fácilmente en tres horas, siempre dependiendo del ritmo que llevéis, eso sí, merece la pena detenerse en el parque exterior para admirar el Castillo en todo su esplendor y por supuesto entrar dentro, aún con sus escarpadas escaleras es una visita muy entretenida que enseña parte de la historia de Japón y además este Castillo es de los pocos en el país que conserva su estructura original.

Entre los templos que vimos, el más famoso es el Yohashira Shrine, que es gratuito de visitar, el más grande de la ciudad y se encuentra nada más cruzar el río Metoba por uno de sus puentes. También en nuestra ruta por Matsumoto vimos el Inariyashiro Shine, con sus toriis rojos de entrada. Si buscamos un restaurante donde comer en Matsumoto, nada más salir de la estación de tren y autobuses veremos un montón de lugares. Los más cercanos a la estación son cadenas de comida japonesas, y según avanzamos hacia el castillo tenemos más restaurantes locales y muchas izakayas. Y en Matsumoto aprovechamos a cambiar algo de dinero, pues vimos mejor cambio que en todo Tokio.
Nuestra experiencia en Matsumoto
Nosotros llegamos a Matsumoto procedentes de Nagano con el tren Limited express shinano, donde habíamos estado disfrutando de su templo Zenkoji y de la gran nevada que había en la ciudad que dejaba a todos sus templos de postal. Antes de la una de la mañana estábamos en la estación de Matsumoto, donde dejamos nuestro equipaje en las útiles y eficaces consignas de las estaciones de trenes en Japón, pagando 500 yenes por una consigna grande donde metimos las 2 grandes mochilas. Llegamos con hambre, así que antes de poner rumbo a visitar el castillo, decidimos parar a comer, y nada más salir por la puerta de la estación de Matsumoto nos encontramos con muchos restaurantes, y nosotros decidimos entrar en una de las conocidas franquicias Matsuya que están por todo Japón, a comer unos bowls de arroz con carne a la barbacoa bastante ricos por solo 1090 yenes.

En 15 minutos andando por una de las arterias principales de la ciudad y después de cruzar el río nos encontramos con un bonito templo y su característico torii de entrada, el Yohashira Shrine que visitamos tranquilamente. Siguiendo las señalizaciones de cómo llegar al Castillo de Matsumoto, que no tiene pérdida, llegamos al parque que rodea este bonito castillo. Y aquí nos llevamos una gran sorpresa: hay un concurso de esculturas de hielo realizadas por equipos de varias partes del mundo. Impresionantes esculturas de hielo, llenas de detalles y con el castillo de fondo, realmente bonito y muy interesante, pues además había puestos de comida y animación por la zona, por lo que estaba muy entretenida con japoneses locales.
Solo dimos una pequeña vuelta por fuera y decidimos entrar al Castillo de Matsumoto y después salir a fotografiar las esculturas y el castillo con el foso más tranquilamente. En el Castillo de Matsumoto se entra descalzo, como en la mayoría de castillos y templos. Os tocará llevar las zapatillas en una bolsa de plástico que os dan, mientras subís las inclinadas escaleras hasta los pisos superiores, ¡cuidado que la madera resbala! Eso sí, se puede entrar en calcetines, y menos mal, porque el suelo del castillo de Matsumoto estaba frío frío al viajar a Japón en invierno. Subimos, subimos, subimos y subimos pisos, contemplamos las vistas desde arriba y cada planta de madera, y bajamos, bajamos y bajamos las escaleras. Una visita que nos encantó y que merece mucho la pena.

Y después de la visita, salimos a ver las ruinas del Palacio Ninomaru y la puerta Taikomon en la zona este del recinto del castillo. Y después a ver bien las esculturas de hielo y rodeamos el Castillo contemplando su reflejo en el agua del foso hasta el colorido y perfecto puente rojo que se encuentra en la zona oeste del parque del castillo, ¡una maravilla! Ah, y con la entrada del Castillo de Matsumoto podemos entrar al Museo de Arte de la Ciudad de Matsumoto, museo muy bien cuidado con pinturas de artistas japoneses.
Una vez visto todo, paseamos tranquilamente por la ciudad camino de la estación, encontrando algún que otro pequeño templo, o tiendas con forma del castillo de Matsumoto, la bonita calle Nawate dori con tiendas de antigüedades o el museo del Reloj de Matsumoto, que aunque no entramos, tiene por fuera el reloj de péndulo más grande de Japón. Y aunque no haya demasiado que ver en Matsumoto aparte del castillo, estuvimos unas 5 horas disfrutando de la ciudad, que nos gustó mucho. Y es que es muchísimo menos turística que otras ciudades de Japón y este castillo es mucho menos visitado por turistas que el Castillo de Himeji o el Castillo de Osaka, por lo que estuvimos mucho más cómodos. Y por supuesto, mucho más bonito que el reconstruido Castillo de Kanazawa.

En la estación de Matsumoto recuperamos nuestras mochilas de la consigna y a las 17.51 cogimos un tren con dirección a la enorme ciudad de Nagoya donde íbamos a dormir una noche en uno de los famosos Love Hotels de Japón, un hotel del amor que queríamos conocer y que nos salió perfecto, pues era enorme (el hotel más grande con mucha diferencia de nuestro viaje a Japón), insonorizado, limpísimo, cama inmensa y cómoda, dos baños privados, uno con bañera de hidromasaje y tv, karaoke en el salón y mil cosas más a un precio ridículo.
Definitivamente nuestra visita combinada con Nagano por la mañana donde una intensa nevada tiñó de blanco los templos que visitamos, seguido de la visita de uno de los Castillos más bonitos de Japón, como es el Castillo de Matsumoto, y por la noche la divertida experiencia del Love Hotel hizo de este día uno de nuestros favoritos de Japón.
Y por supuesto, hay que encontrar un buen lugar de alojamiento en cada ciudad de Japón, ya sea hotel, hostal, ryokan… según nuestro presupuesto. Para buscar hotel nosotros usamos siempre 2 webs: la más famosa Booking, y también comprobamos los precios en la importante pero algo menos conocida, Agoda, que a veces tiene mejores ofertas que Booking y funciona igual de bien.
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