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Viaje a los Balcanes (II): de Milán a Venecia, visitando Verona

Verona

A las 10 de la mañana volábamos en un cómodo avión de Easyjet rumbo a a Milán Malpensa, el cual nos dejó puntuales en el aeropuerto italiano y sin ningún problema. Allí fuimos rápidamente en busca del tren ya que el que salía hacia la estación de tren salía en muy poco tiempo. Encontramos las maquinitas y vimos cómo los de delante se pegaban con ellas y nadie conseguía pagar, cuando lo probamos no había manera de encontrar el enlace aeropuerto-estación centrale, había opciones y al final entre el chico italiano de delante y nosotros lo conseguimos, pagamos (bueno, tardamos otro rato para pagar ya que no nos quería coger los billetes de 20€, menos mal que encontramos algo de suelto) y nos fuimos al tren, que salió a los 2-3 minutos de bajar al andén.

mapa viaje

El tren dura alrededor de una hora y pensábamos que hacía mucho calor, qué ilusos de nosotros que no sabíamos lo que nos esperaba aquel día..

Aprovechamos a comernos un bocadillo que traíamos de casa ya que con tanto movimiento de trenes cuando llegáramos a Verona sería demasiado tarde y el hambre ya apretaba.

Una vez llegamos a la estación central de Milán empezaron los males. Hacía como 40º ahí dentro, no corría una gota de aire, había miles de personas, el calor de los trenes.. fuimos al WC para cambiarnos de ropa por algo más fino y cobraban dinero! Pero era un euro o euro y medio!! Menuda exageración, así que con la misma nos volvimos a subir los 2 pisos para comprar los billetes, pero allí era para pagar sólo con tarjeta, las máquinas de efectivo estaban otros dos pisos más abajo.. así que a correr hacia abajo! Compramos los billetes para un tren regional que salía en 5 minutos, subimos de nuevo arriba, entramos a una tiendecita carera a comprar una botella de agua y con las prisas y la costumbre cogimos la primera que vimos, y cuando damos el primer trago.. era con gas!! Arrgg, con lo poco que nos gusta el agua con gas.. en fin, nos la llevamos, validamos el billete que ya lo teníamos aprendido de nuestro anterior viaje a Italia (podéis leer aquí el viaje ) y subimos al tren.

Allí dentro hacía incluso más calor que fuera, no había aire acondicionado y los extranjeros del norte de Europa que deambulaba por los cutres vagones iban rojos como pollos sudados..

Pero todo cambió cuando el tren arrancó, todo el mundo bajó los ventanales del tren y aunque hacía un ruido inmenso del aire y se volaban las cortinas, pudimos sobrevivir al calor del viaje. Más aún cuando nos dimos cuenta que había WC en el vagón y nos cambiamos poniéndonos pantalones cortos y la camiseta más fina que teníamos.

Y llegamos a Verona, eran casi las 4 y media de la tarde y teníamos el tren para ir a Venecia a las 20.30, el cual habíamos reservado desde España, pues era de los rápidos y pudimos cogerlo barato antes de que subiera de precio. Teníamos 4 horas y lo primero era dejar las mochilas, en la propia estación hay un lugar en el que te guardan la maleta por 4€ todo el día (bueno, hasta las 20.00 que cerraban, pero como teníamos el tren poco después nos vino bien).

Una vez sin el mochilón en la espalda, comenzamos a andar en lo que parecía ser dirección Verona, nos compramos nuestro primer helado italiano y unas buenas botellas de agua fría (y sin gas!) para recuperarnos del calor que habíamos pasado y empezamos a disfrutar de las calles y tiendas de Verona.

Lo primero que vimos fue el Arena, realmente bonito, con su plaza, mucha gente y buen ambiente.

arena coliseo Verona

Desde allí seguimos subiendo y nos dirigimos hacia la casa de Julieta. Allí está el balcón de “su casa”, una estatua de Julieta en la que la tradición dice que hay que tocarle su teta derecha (sí, vale, lo hice), una pared llena de candados de gente sellando su amor, un muro relleno de pintadas típicas de Fulanito ama a Fulanita y una tiendecita para venderte el candado y sacarse su buen dinero.

casa julieta verona

Es turístico, hay mucha gente, muchos chinos, pero es gracioso pasar por allí, ver el balcón, tocar una teta, sentarte a descansar un rato en el pasadizo donde está el muro de pintadas y continuar de visitar Verona.

casa julieta verona

Vimos la Piazza dell Erbe, otras plazas y calles interesantes y pequeñas iglesias.

Piazza dell Erbe Verona

Vimos el Duomo de Verona, cerca del río, sus bonitos puentes y descansamos otro rato allí con vistas al río.

Duomo Verona

Desde allí fuimos bajando y viendo la Porta Borsari, Arco dei Gavi hasta llegar al Castelvecchio.

Castelvecchio Verona

Muy bonito de ver, y cruzar el Ponte Scaligero, hacerse fotos y relajarse tranquilamente.

Ponte Scaligero Verona

De allí volvimos al centro, dimos alguna que otra vuelta más (se notaba que era el primer día e íbamos con muchas ganas, ya podíamos haber relajado un poco los pies para los días que venían a continuación..) visitando nuevos sitios y como llegábamos tarde a Venecia sin saber qué habría por allí cerca para cenar, pasamos por un supermercado y nos compramos cosillas interesantes para cenar en la habitación esa noche y así descansar pronto.

Volvimos hacia la estación, que por cierto, está lejillos, y son como 20-25 minutos andando, que sumado a las más de 3h que llevábamos andando, empezaban a decaer las fuerzas.
Llegamos al guardaequipajes al final casi echando una carrera, eran las ocho en punto y casi que estaban esperando a darnos las mochilas y cerrar, menos mal, las cogimos, sacamos el billete de la maquinita poniendo el código que nos habían enviado al comprarlos en la reserva y nos fuimos al andén, que al poco tiempo apareció el tren, esta vez con aire acondicionado, mesitas, enchufes para el móvil.. menuda diferencia!!

A las 21.30 llegábamos a Venecia Mestre, nos bajamos y nos metimos por los túneles (¿o eran cloacas? xD) hacia Mestre, ya de noche, sabía que el hostal estaba cerca, era una rotonda y a la derecha, y allí apareció. Gran localización a unos 5-6 minutos de la estación, gran precio (para ser Venecia) y ahora faltaba por ver que tal por dentro, que por lo que habíamos leído, los hoteles en Venecia y sus propietarios dejan mucho que desear..

Cuando entramos vimos mucha gente joven abajo, había salones de juego y sofás, y el hostal es bastante grande. Hicimos el checkin y para dentro. Buena primera impresión de la habitación ya que es grande y tiene aire acondicionado, aunque el baño es pequeñajo y la ducha es de las que se pone todo perdido y tampoco es que estuviera suuuper limpio (sin estar sucio tampoco, pero es viejo y se nota), pero bueno, para ser Venecia, estar muy cerca de la estación y al precio que sale no pinta mal.

Cenamos y directamente a dormir y descansar de este laaargo día, que mañana tenemos el día entero para ver nada más y nada menos que Venecia!!

Presupuesto (por persona):
– Billete tren Milán Malpensa – Milán Centrale: 10€
– Botella frizzante estación Milan: 1,5€
– Billete tren Milán Centrale – Verona: 12€
– Guarda equipaje Verona: 4€
– Helados, bebidas y compra en el supermercado de Verona: 7,5€
– Billete tren Venecia – Mestre (comprado antes por internet): 9€
– Hostel Colombo For Backpackers: 27€ + 2€ (Impuesto municipal)
Total: 73€

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